El volantín llegó a Chile a mediados del siglo XVIII conquistando adeptos y también alborotos que terminaron con la dictación de un bando, el 2 de octubre de 1875, que condenaba a seis días de prisión al que encumbrara volantines provocando daños en las techumbres de las viviendas. Esta medida se tomó debido a los accidentes y heridas que sufrían los transeúntes cuando un volantín echaba abajo una teja.Este juego tradicional chileno incluso se transformó en motivo de apuestas y peleas. Era una pasión popular que encantaba a toda la sociedad.
Imagen PArque O´Higgins ,Santiago de Chile , Setiembre 2007 .
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