Dos serpientes se cruzaron en mi camino durante el viaje. Fue grande la impresión, al verlas, pero algo relajante cuando me dijeron que era signo de buena suerte y prosperidad. La verdad sonreí y aunque algo incrédulo, recibí el mensaje con agrado y después de algunas malas experiencias lo recibí como un buen regalo de bienvenida. Mas allá si sea verdad o mentira el hecho de pensarlo es un mensaje psicológico que ayuda.
lunes, mayo 29, 2006
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